Introducción Como profesionales de los derechos humanos (DDHH) estamos acostumbrados a manejar grandes volúmenes de información procedentes de diversas fuentes, especialmente sobre casos de violación de DDHH. Aunque seamos capaces de entender qué información es relevante para nuestro propósito y cómo recogerla, no siempre es fácil encontrar la mejor manera de organizarla. Pese a que el avance tecnológico nos invita a superar los modelos de datos más tradicionales, a veces no tenemos claro cómo aprovechar la tecnología para nuestro propósito. Esta guía pretende ayudar a las organizaciones de DDHH a la hora de diseñar sus bases de datos, con independencia de la plataforma que vayan a utilizar. En este proceso, el primer paso siempre consiste en decidir qué datos se van a recoger y cómo organizarlos. Esto determinará el tipo de análisis que se puede realizar y, por tanto, los conocimientos que se podrán extraer y entregar a los destinatarios. ¿Cómo determinar las necesidades de información? La evaluación de las necesidades de información es la base del éxito del trabajo de documentación, ya que sirve para determinar qué datos necesitamos y cuál es la mejor forma de organizarlos. Este proceso debe llevarse a cabo al comienzo del proyecto, teniendo en cuenta elementos como: ● Los objetivos del trabajo de documentación: ¿para qué se utilizarán los datos?, ¿cuál es el núcleo de nuestra base de datos?, ¿qué queremos capturar?, ¿qué preguntas queremos responder? ● El tipo de datos que guardaremos en nuestra base de datos: ¿serán datos cuantitativos o cualitativos?, ¿será texto, número, imágenes, vídeos?, ¿habrá datos sensibles? ● El tipo de productos de salida que vamos a generar: estadísticas, reportes, reportes gráficos, narraciones, etc. ● El tipo de análisis que vamos a realizar: conteos, listas, consultas específicas, resúmenes de casos, etc. 2

Seleccionar párrafo de destino3